Llega el otoño y conjuntamente llega el primer friaje del año. Es bueno recalcar que el término friaje viene del portugués friagem que describe el ingreso desde el sur del continente de una masa de aire frío y seco; generalmente de origen polar y que no es otra cosa que una cuña de aire que ingresando por Argentina y Uruguay va enfriando y secando el aire al este de los Andes sudamericanos.
En su avance de sur a norte y dependiendo de sus características diversas, el friaje hundirá los termómetros en Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia y Perú. Algunos de estos eventos pueden inclusive congelar los campos de cultivo del sur de Brasil. Al extremo que en la década de los 90, un severo friaje provocó una enorme pérdida de la cosecha brasileña de café enviando el precio del grano a las nubes.
¿Cuántos friajes hay en un año? Es variable, pero el año pasado, tuvimos veinte episodios, el último en el final de la primavera.
Los friajes tienen un papel extraordinario en mantener la biodiversidad de nuestra Amazonía al dotarla de agua de lluvia regularmente; ello no obstante la época del año en la que nos encontremos. De hecho, si tenemos veinte friajes en los nueve meses entre el otoño y la primavera, imagínese, lector, el regular riego que experimenta nuestra selva. Sin ello no sería verde todo el año. Además, son los friajes los encargados naturales de extinguir los incendios forestales que año a año producimos.(..)
Publicado el Sábado 23 de marzo del 2024 en el diario Peru 21.
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